Las manos que empuñaban un fusil hoy son las manos que nos ayudarán a construir la paz
Felipe Márquez Robledo Director de asuntos corporativos de Coca Cola Femsa en Colombia fue el responsable en presentar la práctica “Banco de tiempo” una interesante, trascendente y ejemplar práctica de responsabilidad social empresarial en la categoría de Vinculación con la comunidad, en una charla exclusiva para suplementos corporativos ahondó sobre el programa y sus alcances.
¿Cuál es el origen de esta práctica?
Banco de tiempo surge ante una necesidad para alcanzar la paz en Colombia, es una idea original de la presidencia de la República que se planteó a varias empresas y que Coca cola femsa fue pionera en aceptar e implementar con éxito.
Creada en 2008 Banco de Tiempo capacita y facilita la reintegración a la sociedad civil de la población desmovilizada en Colombia y opera con asesoría permanente de la Presidencia y el trabajo de colaboradores de la operación que donan su tiempo para apoyar a los participantes en planes de negocios.
Cuestionado sobre el principal reto al que se enfrentaron, el directivo comentó que fueron varios los retos, y destacó al miedo y al perdón como los principales temas con los que hubo que trabajar. Explicó que en un contexto donde todos los participantes del proceso de reintegración que hoy son beneficiarios del banco de tiempo fueron miembros de grupos guerrilleros y paramilitares y estas mismas personas en su pasado tuvieron la orden de quemar camiones de la compañía, de secuestrar personas de la compañía de atentar contra las instalaciones, de tal forma que la duda era muy grande ante el miedo de si había o no que perdonar.
¿Qué resultados dentro de la organización se obtuvieron al poner en práctica este programa?
Los empleados nos dieron un gran ejemplo porque todos dijeron “yo voy a perdonar, hoy mismo perdono lo que a mí me haya pasado y voy a vencer el miedo y voy a dar de mi tiempo para darle un mejor futuro a todas esas personas”.
¿Con base en esta experiencia qué mensaje pueden dar a otras organizaciones?
Si todas las compañías de Colombia tomaran el mismo camino y adoptaran por lo menos a uno o dos miembros de las guerrillas o de grupos paramilitares seguramente tendríamos un país en paz mucho más rápido de lo que pensamos.