A medida que China lucha contra una de las epidemias de virus más graves del siglo, los impactos en la demanda de energía y las emisiones del país apenas comienzan a sentirse.
China, el mayor emisor de CO2 del mundo, ha visto sus emisiones reducidas en una cuarta parte debido a la parálisis industrial y de transporte causada por el brote del nuevo coronavirus. Sin embargo, expertos aseguran que esta reducción será solo temporal ya que el Gobierno prevé implementar medidas, como masivos proyectos de construcción, que harán que el país vuelva a su nivel habitual de emisiones o, incluso, que lo supere.
El coronavirus está acaparando las portadas y titulares mundiales. Además de ser un tema de salud pública global, estas epidemias tienen fuertes consecuencias económicas. Pero un aspecto menos discutido de este tipo de situaciones es el ambiental. Lauri Myllyvirta, analista principal del Centro de Investigación de Energía y Aire limpio, CREA, y autor de un artículo en el que afirma que el brote ha hecho que se reduzcan las emisiones de dióxido de carbono en China en un 25%. Una reducción que equivaldría al 5% de las emisiones mundiales.
Además, las emisiones de sector aéreo global se redujeron en un 10% debido a la cancelación de vuelos desde y hacia China.
Sin embargo, esta rebaja seguramente se verá opacada por las medidas que el Gobierno de Xi Jinping pretende implementar para hacer que la economía del país se recupere. Según Myllyvirta, «los legisladores están hablando de impulsar la actividad industrial para compensar las pérdidas de estas últimas semanas: el Gobierno quiere lanzar cientos de proyectos de construcción que generarán demanda de acero, cemento y de todos los materiales altamente contaminantes que no se han podido usar durante el cierre. Y esto significa que las emisiones podrían aumentar y contrarrestar así las reducciones alcanzadas a corto plazo».
La demanda de electricidad y la producción industrial permanecen muy por debajo de sus niveles habituales en una gama de indicadores, muchos de los cuales están en su promedio más bajo de dos semanas en varios años. Éstos incluyen:
- El consumo de carbón en las centrales eléctricas disminuyó un 36%.
- Las tasas de operación de los principales productos de acero disminuyeron en más de un 15%, mientras que la producción de acero bruto casi no cambió.
- La producción de carbón en el puerto de carbón más grande cayó un 29%.
- La utilización de la planta de cocción cayó un 23%.
- Los niveles de NO2 basados en satélites fueron 37% más bajos.
- La utilización de la capacidad de refinación de petróleo se redujo en un 34%.
En su apogeo, las cancelaciones de vuelos estaban reduciendo los volúmenes de aviación global de pasajeros en un 10%, pero el sector parece estar recuperándose, con una capacidad global de 5% en febrero en general.
Fuente: www.france24.com