Un grupo de expertos unió sus voces para cerrar el III Encuentro Latinoamericano de Empresas Socialmente Responsables con una reflexión acerca del futuro de la RSE en la región.
Muy cercanos al cierre del Encuentro Latinoamericano y la X entrega del distintivo ESR los líderes y expertos reunidos en la ciudad de México externaron varias inquietudes. Si bien es cierto que los logros de las prácticas socialmente responsables han sido registrados en América Latina con gran éxito, también lo es que quedan algunas incógnitas respecto al futuro de esta nueva forma de hacer negocio.
Hugo Vergara, Director de BSD Chile; Alejandro Lorea, Director Ejecutivo de la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable; Alejandro Toculesco, Director de Tantum México; Gerardo Lozano, Director Asociado de la EGADE y CIVES; Rodrigo Villar, Consultor Senior de Fundación Dis, y Carlos Ludlow, VP de RSE de Confederación USEM expusieron su perspectiva acerca de cómo deben actuar las organizaciones latinoamericanas de cara a los nuevos retos relacionados con la RSE.
En orden de intervención, Vergara hizo hincapié en la necesidad de crear modelos de desarrollo sustentable para mitigar el impacto ambiental actual que vayan de la mano con el desarrollo y fortalecimiento del negocio. Por su parte, Villar vio en el relacionamiento con la cadena de valor una oportunidad para promover las prácticas socialmente responsables a la vez que se podrían generar sinergias positivas para las organizaciones.
La intervención de Ludlow giró en torno al papel del sector privado como un promotor de estrategias de impacto positivo para los stakeholders e invitó a los empresarios a llevar sus metas más allá de la generación de riqueza y concentrarlas en una sociedad más sana. Lozano advirtió la importancia de que las empresas reporten sus iniciativas para demostrar a sus grupos de interés que efectivamente se está haciendo algo por mejorar sus condiciones de vida.
Toculesco fue quien se inclinó a favor del esfuerzo conjunto. Explicó que si bien es cierto que el papel de las organizaciones es implementar la RSE en su día a día, también lo es que todo esfuerzo será en balde si no se promueve un involucramiento de otras células sociales, como el estado y la comunidad. Por eso, es importante que las empresas tengan presente siempre que una iniciativa sustentable debe ser, ante todo, rentable para el negocio.
Las conclusiones giraron en torno al cuidado del medio ambiente, la cadena e valor, el papel de las organizaciones como promotoras del bienestar social y la necesidad de alinear los objetivos de la RSE a los objetivos del negocio. A 10 años de la entrega del distintivo ESR la visión de las compañías cambió y estamos frente a nuevas formas de hacer negocio.