Por José Villareal, Director General de Subway® en México
La pandemia por COVID-19 ha presentado ciertos desafíos que han revolucionado diversos procesos, tanto en el ámbito laboral, como en el cotidiano. En la industria de alimentos y restaurantes, nuestro reto consistió en garantizar que los procesos de preparación y entrega de alimentos en los establecimientos estuvieran adaptados a las medidas de distanciamiento social, así como a las necesidades de limpieza, higiene y seguridad alimentaria. Me gustaría hacer una pausa en este último punto, ya que hoy en día garantizar tranquilidad y seguridad en la preparación y entrega de alimentos, es una de las necesidades actuales de los consumidores. Y, por otro lado, apostar en la producción local puede tener beneficios para un sector de la población que económicamente fue afectado.
De acuerdo con la definición de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), la seguridad alimentaria implica que las personas tengan acceso permanente a alimentos seguros, es decir, que no atentan contra su salud ni sean transmisores de enfermedades, así como que estén disponibles en cantidad suficiente para satisfacer sus requerimientos nutrimentales y preferencias de alimentación. Como industria, los mecanismos que propician la seguridad alimentaria de nuestros productos deben estar presentes en todo el ciclo económico, desde la producción de los ingredientes, hasta las medidas de higiene requeridas para preparar y entregar los alimentos.
En cuanto al campo mexicano, según la FAO, para 2019 México producía cerca de 900 cultivos, de los cuales 12 son considerados estratégicos, e incluso otras fuentes mencionan aún más, y de acuerdo con la Secretaría de Agricultura de Desarrollo Rural, 6.6 millones de personas trabajan en el sector primario. Bajo el contexto actual, los trabajadores de este sector han sido fuertemente vulnerados por la pandemia y no tienen la posibilidad de permanecer en aislamiento, pues dependen de su producción y ventas diarias, por lo que, como industria, los restaurantes debemos priorizar los insumos provenientes del campo mexicano. Consideremos que el 80% de más de las 673 mil unidades económicas del sector restaurantero en nuestro país tuvieron que cerrar durante el periodo más estricto de confinamiento, lo que impactó en el suministro de productores.
Desafortunadamente, el impacto económico que traerá la pandemia está latente. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) prevé que en México la pobreza extrema por ingresos podría incrementar hasta en10.7 millones de personas como consecuencia de la pandemia. Las personas más afectadas viven en comunidades rurales cuya principal actividad económica recae en la producción agropecuaria.
Desde el sector restaurantero podemos sumarnos a esta causa y continuar apoyando a los productores mexicanos durante este momento sin precedentes, procurando utilizar productos e ingredientes nacionales. De esta manera, podemos apoyar a los emprendedores del campo mexicano para que puedan mantener sus ingresos económicos, al mismo tiempo que ofrecemos productos locales y de calidad a nuestros consumidores. En Subway®, por ejemplo, al menos el 80% de nuestros insumos son de origen mexicano y tenemos el objetivo de seguir enriqueciendo nuestra relación con nuestros proveedores para seguir generando empleos y fortaleciendo el sector.
El otro reto consiste en que, como marcas, debemos comunicar efectivamente el origen responsable de nuestros alimentos, así como los estrictos protocolos de salud que llevamos a cabo tanto en la manipulación de los ingredientes como en la limpieza de los restaurantes, lo que nos permite brindar transparencia a los consumidores, y abonar en la relación de confianza y lealtad, y consecuentemente, fortalecer la seguridad alimentaria.
Es ante este contexto sin precedentes que en la industria restaurantera podemos preguntarnos ¿De dónde provienen los insumos? ¿Qué porcentaje es nacional e importado? ¿Cómo han sido obtenidos y quiénes están involucrados? Esta es la historia que queremos contar a nuestros consumidores para dignificar el trabajo del campo mexicano y que a su vez permite cubrir las necesidades de información de las personas, que hoy más que nunca, quieren saber con certeza el origen de sus alimentos, para así, aportar su granito de arena en el desarrollo y la recuperación del país.