Para reconocer que una compañía aplica todo su potencial en el tema de responsabilidad social empresarial, es primordial detectar si el rol central de cada persona que la integra está dirigido al bien común con la sociedad. Jorge Enrique Ramírez, consultor de la Unión Social de Empresarios de México (USEM), destacó que la responsabilidad social se origina desde la percepción objetiva de un individuo, seguido de la práctica, la generación y la distribución de la riqueza.
Durante su participación en el II Encuentro Latinoamericano de las Empresas Socialmente Responsables, el especialista sostuvo que para que una compañía permee esta filosofía como una política interna y la desarrolle día a día en su personal, es necesario crear y poner en práctica ocho pasos fundamentales:
1.-Conocimiento y compromiso. La empresa debe reflexionar sobre su compromiso con la sociedad, con los proveedores y los empleados.
2.-Diagnóstico. Analizar y detectar el nivel de compromiso, para determinar un punto de referencia y el camino que le falta por recorrer.
3.-Marco normativo. Elaborar un esquema de visión, así como las políticas que ayudarán a que las intenciones no se queden en palabras. Los objetivos de la responsabilidad social deben ser adoptados desde el director general de la empresa hasta los colaboradores externos.
4.-Planeación e implementación del marco normativo. Sirve para detectar las ventajas y limitaciones de ejecutar políticas, con una visión real de la compañía. Es necesario retroalimentar el proceso de manera constante y después fijar nuevos objetivos.
5.-La implementación. Es el paso más complicado, porque se requiere poner en práctica normas, realizar evaluaciones para definir si las políticas funcionan de acuerdo a los objetivos, y en su caso, definir si se debe replantear el marco normativo.
6.-El monitoreo. Dar seguimiento a las políticas y cuestionar si su ejecución es la adecuada.
7.-La evaluación. Determinar si el personal asume su responsabilidad y si se reflejan sus acciones en los resultados.
8.-El reconocimiento. Detectar qué beneficios aportó la compañía al bien de la sociedad.
Sin lugar a dudas, el beneficio que obtiene una empresa al aplicar los ocho pasos, no sólo es el reconocimiento de su responsabilidad con la sociedad, sino el crear su propia filosofía de vida, aumentar la calidad humana de su personal y su trascendencia por generaciones.
No obstante, Jorge Enrique Ramírez reconoció que falta mucho por hacer en materia de responsabilidad social.
“Si la sociedad sigue siendo individualista, el alcance de la responsabilidad social será limitado. De lo contrario, si se generan aspectos de colaboración, de solidaridad y de subsidio, enfocados a la justicia y el bien común, este concepto formará parte de nuestra visión de vida y avanzaremos hacia un mejor futuro”, concluyó el consultor.
Compromiso, práctica, generación y distribución de la riqueza: El origen de una empresa socialmente responsable.